Dice el filósofo Daniel Dennett a propósito de la construcción de un soneto:
Tan pronto como terminamos el primer intento de una línea, tenemos que revisar muchas de las otras líneas y esto nos obliga a abandonar algunas de las excelencias conseguidas con dificultades y así sucesivamente, dando vueltas y más vueltas, buscando una forma global correcta o tratando de hallar la mejor forma posible.
Y sobre esta artificiosidad de la forma, dice el matemático Sanislaw Ulam:
Cuando era niño me di cuenta de que la función de la rima en la poesía consistía en obligarnos a encontrar lo no obvio a causa de la necesidad de hallar una palabra que rimase. Esta necesidad fuerza nuevas asociaciones y casi garantiza desviaciones de cadenas de rutina o de pensamientos encadenados. Paradójicamente se convierte en una suerte de mecanismo automático de originalidad (Ulam 1976:180).